miércoles, 5 de octubre de 2011

Busque el significado de los siguientes palabras , e indica la fuente:

LENGUA: Sistema de comunicación verbal y casi siempre escrito, propio de una comunidad humana. Lengua perteneciente a una sociedad que ha alcanzado un alto grado de civilización; puede existir en una sociedad que hable otra lengua y en la que sólo se utilice en determinados ambientes intelectuales
http://buscon.rae.es/draeI/
IDIOMA: Lengua de un pueblo o nación, o común a varios. Sistema de signos que utiliza una comunidad para comunicarse oralmente o por escrito: escuela de idiomas; el idioma oficial de Alemania es el alemán; la campaña de propaganda consiste en la edición de un folleto explicativo editado en cinco idiomas. SINÓNIMO: lengua.
http://buscon.rae.es/draeI/
LENGUAJE: Se basa en la capacidad de los seres humanos para comunicarse por medio de signos.
http://es.wikipedia.org/wiki/Dialecto
LINGÜÍSTICA: Es el estudio científico tanto de la estructura de las lenguas naturales como del conocimiento que los hablantes poseen de ellas.
http://es.wikipedia.org/wiki/Dialecto
HABLA: Realización lingüística, por oposición a la lengua como sistema.
http://buscon.rae.es/draeI/
DIALECTO: Sistema lingüístico considerado con relación al grupo de los varios derivados de un tronco común.  http://buscon.rae.es/draeI/

Encuentra las relaciones y diferencias entre ellas , luego jerarquise :



LINGÜÍSTICA
DIALECTO
HABLA
LENGUAJE
LENGUA
IDIOMA
14,11

lunes, 3 de octubre de 2011

Los microorganismos

bacteria.
(Del gr. βακτηρία, bastón).

1. f. Biol. Microorganismo unicelular procarionte, cuyas diversas especies causan las fermentaciones, enfermedades o putrefacción en los seres vivos o en las materias orgánicas.
virus.
(Del lat. virus).

1. m. Biol. Organismo de estructura muy sencilla, compuesto de proteínas y ácidos nucleicos, y capaz de reproducirse solo en el seno de células vivas específicas, utilizando su metabolismo.
hongo.
(Del lat. fungus).

1. m. Planta talofita, sin clorofila, de tamaño muy variado y reproducción preferentemente asexual, por esporas. Es parásita o vive sobre materias orgánicas en descomposición. Su talo, ordinariamente filamentoso y ramificado y conocido con el nombre de micelio, absorbe los principios orgánicos nutritivos que existen en el medio; p. ej., el cornezuelo, la roya, el agárico, etc.
germen.
(Del lat. germen).

1. m. Esbozo que da principio al desarrollo de un ser vivo.
bacilo.
(Del lat. bacillum, báculo pequeño).

1. m. Biol. Bacteria en forma de bastoncillo o filamento más o menos largo, recto o encorvado según las especies.

ameba.
1. f. Zool. Protozoo rizópodo cuyo cuerpo carece de cutícula y emite seudópodos incapaces de anastomosarse entre sí. Se conocen numerosas especies, de las que unas son parásitas de animales, otras viven en las aguas dulces o marinas y algunas en la tierra húmeda.

Estos se parecen en que son microorganismos , la mayoria de ellos unicelulares.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

La muñeca negra

De puntillas, de puntillas, para no despertar a Piedad, entran en el cuarto de dormir el padre y la madre. Vienen riéndose, como dos muchachones. Vienen de la mano, como dos muchachos. El padre viene detrás, como si fuera a tropezar con todo. La madre no tropieza; porque conoce el canino. ¡Trabaja mucho el padre, para comprar todo lo de la casa, y no puede ver a su hija cuando quiere! A veces, allá en el trabajo, se ríe solo, o se pone de repente como triste, o se le ve en la cara como una luz; y es que está pensando en su hija; se le cae la pluma de la mano cuando piensa así, pero en seguida empieza a escribir, y escribe tan de prisa, tan de prisa, que es como si la pluma fuera volando. Y le hace muchos rasgos a la letra, y las oes le salen grandes como un sol y las ges largas como un sable, y las eles están debajo de la línea, como si se fueran a clavar en el papel, y las eses caen al fin de la palabra, como una hoja de palma; ¡tiene que ver lo que escribe el padre cuando ha pensado mucho en la niña! El dice que siempre que le llega por la ventana el olor de las flores del Jardín, piensa en ella. O a veces, cuando está trabajando cosas de números, o poniendo un libro sueco en español, la ve venir, venir despacio, como en una nube, y se le sienta al lado, le quita la pluma, para que repose un poco, le da un beso en la frente, le tira de la barba rubia, le esconde el tintero: es sueño no más, no más que sueño, como esos que se tienen sin dormir, en que ve uno vestidos muy bonitos, o un caballo vivo de cola muy larga, o un cochecito, con cuatro chivos blancos, o una sortija con la piedra azul; sueño es no más, pero dice el padre que es como si lo hubiera visto, y que después tiene más fuerza y escribe mejor. Y la niña se va, se va despacio por el aire, que parece de luz todo; se va como una nube.
 
Hoy el padre no trabajó mucho, porque tuvo que ir a una tienda; ¿a que iría el padre a una tienda? y dicen que por la puerta de atrás entró una caja grande; ¿que vendrá en la caja? ¡a saber lo que vendrá! mañana hace ocho años que nació Piedad. La criada fue al jardín y se pinchó el dedo por cierto, por querer coger, para un ramo que hizo, una flor muy hermosa. La madre a todo dice que sí, y se puso el vestido nuevo, y le abrió la jaula al canario. El cocinero está haciendo un pastel, y recortando en figura de flores los nabos y las zanahorias, y le devolvió a la lavandera el gorro, porque tenía una mancha que no se veía apenas, pero, "¡hoy, hoy, señora lavandera, el gorro ha de estar sin mancha!" Piedad no sabía, no sabía. Ella sí vio que la casa estaba como el primer día de sol, cuando se va ya la nieve, y les salen las hojas a los árboles. Todos sus juguetes se los dieron aquella noche, todos. Y el padre llego muy temprano del trabajo, a tiempo de ver a su hija dormida. La madre lo abrazo cuando lo vio entrar; ¡y lo abrazo de veras! Mañana cumple Piedad ocho años.
 
El cuarto está a media luz, una luz como la de las estrellas, que viene de la lámpara de velar, con su bombillo de color de ópalo. Pero se ve, hundida en la almohada, la cabecita rubia. Por la ventana entra la brisa, y parece que juegan, las mariposas que no se ven, con el cabello dorado. Le da en el cabello la luz. Y la madre y el padre vienen andando, de puntillas. ¡Al suelo, el tocador de jugar! ¡Este padre ciego, que tropieza con todo! Pero la niña no se ha despertado. La luz le da en la mano ahora; parece una rosa la mano. A la cama no se puede llegar; porque están alrededor todos los juguetes, en mesas y sillas. En una silla está el baúl que le mandó en Pascuas la abuela, lleno de almendras y de mazapanes; boca abajo está el baúl, como si lo hubieran sacudido, a ver si caía alguna almendra de un rincón, o si andaban escondidas por la cerradura algunas migajas de mazapán; ¡eso es, de seguro, que las muñecas tenían hambre! En otra silla está la loza, mucha loza y muy fina, y en cada plato una fruta pintada; un plato tiene una cereza, y otro un higo, y otro una uva; da en el plato ahora la luz, en el plato del higo, y se ven como chispas de estrellas; ¿cómo habrá venido esta estrella a los platos? "¡Es azúcar!" dijo el pícaro padre. "¡Eso es de seguro!" dice la madre: "eso es que estuvieron las muñecas golosas comiéndose el azúcar". El costurero está en otra silla, y muy abierto, como de quien ha trabajado de verdad; el dedal está machucado ¡de tanto coser! cortó la modista mucho, porque del calicó que le dio la madre no queda más que redondel con el borde de picos, y el suelo está por allí lleno de recortes, que le salieron mal a la modista, y allí está la chambra empezada a coser, con la aguja clavada, junto a una gota de sangre. Pero la sala, y el gran juego, está en el velador, al lado de la cama. El rincón, allá contra la pared, es el cuarto de dormir de las muñequitas de loza, con su cama de la madre, de colcha de flores, y al lado una muñeca de traje rosado, en una silla roja; el tocador está entre la cama y la cuna, con su muñequita de trapo, tapada hasta la nariz, y el mosquitero encima; la mesa del tocador es una cajita de cartón castaño, y el espejo es de los buenos, de los que vende la señora pobre de la dulcería, a dos por un centavo. La sala está delante del velador, y tiene en medio una mesa, con el pie hecho de un carretel de hilo, y lo de arriba de una concha de nácar, con una jarra mexicana en medio, de las que traen los muñecos aguadores de México; y alrededor unos papelitos doblados, que son los libros. El piano es de madera, con las teclas pintadas; y no tiene banqueta de tornillo, que eso es poco lujo, sino una de espaldar, hecha de la caja de una sortija, con lo de abajo forrado de azul; y la tapa cosida por un lado, para la espalda, y forrada de rosa; y encima un encaje. Hay visitas, por supuesto, y son de pelo de veras, con ropones de seda lila de cuartos blancos, y zapatos dorados; y se sientan sin doblarse, con los pies en el asiento; y la señora mayor, la que trae gorra color de oro, y está en el sofá, tiene su levantapiés, porque del sofá se resbala; y el levantapiés es una cajita de paja japonesa, puesta boca abajo; en un sillón blanco están sentadas juntas, con los brazos muy tiesos, dos hermanas de loza. Hay un cuadro en la sala, que tiene detrás, para que no se caiga, un pomo de olor; y es una niña de sombrero colorado, que trae en los brazos un cordero. En el pilar de la cama, del lado del velador, está una medalla de bronce, de una fiesta que hubo con las cintas francesas; en su gran moña de los tres colores está adornando la sala el medallón, con el retrato de un francés muy hermoso, que vino de Francia a pelear porque los hombres fueran libres, y otro retrato del que inventó el pararrayos, con la cara de abuelo que tenía cuando paso el mar para pedir a los reyes de Europa que lo ayudaran a hacer libre su tierra; esa es la sala, y el gran juego de Piedad. Y en la almohada, durmiendo en su brazo, y con la boca desteñida de los besos, está su muñeca negra.
 

Los pájaros del jardín la despertaron por la mañanita. Parece que se saludan los pájaros, y la convidan a volar. Un pájaro llama, y otro pájaro responde, En la casa hay algo, porque los pájaros se ponen así cuando el cocinero anda por la cocina saliendo y entrando, con el delantal volándole por las piernas, y la olla de plata en las dos manos, oliendo a leche quemada y a vino dulce. En la casa hay algo: porque sí no, ¿para qué está ahí, al pie de la cama, su vestidito nuevo, el vestidito color de perla, y la cinta lila que compraron ayer, y las medias de encaje? "Yo te digo, Leonor, que aquí pasa algo. Dímelo tú, Leonor, tú que estuviste ayer en el cuarto de mamá, cuando yo fui a paseo. ¡Mamá mala, que no te dejó ir conmigo, porque dice que te he puesto muy fea con tantos besos, y que no tienes pelo, porque te he peinado mucho! La verdad, Leonor; tú no tienes mucho pelo; pero yo te quiero así, sin pelo, Leonor; tus ojos son los que quiero yo, porque con los ojos me dices que me quieres; te quiero mucho, porque no te quieren: ¡a ver! ¡sentada aquí en mis rodillas, que te quiero peinar! las niñas buenas se peinan en cuanto se levantan; ¡a ver, los zapatos, que ese lazo no está bien hecho!; y los dientes, déjame ver los dientes; las uñas; ¡Leonor, esas uñas no están limpias! Vamos, Leonor, dime la verdad; oye, oye a los pájaros que parece que tienen baile; dime, Leonor, ¿qué pasa en esta casa?" Y a Piedad se le cayó el peine de la mano, cuando le tenía ya una trenza hecha a Leonor; y la otra estaba toda alborotada. Lo que pasaba, allí lo veía ella. Por la puerta venía la procesión. La primera era la criada con el delantal de rizos de los días de fiesta, y la cofia de servir la mesa en los días de visita; traía el chocolate, el chocolate con crema, lo mismo que el día de Año Nuevo, y los panes dulces en una cesta de plata; luego venía la madre, con un ramo de flores blancas y azules; ¡ni una flor colorada en el ramo, ni una flor amarilla!; y luego venía la lavandera, con el gorro blanco que el cocinero no se quiso poner, y un estandarte que el cocinero le hizo, con un diaria y un bastón; y decía en el estandarte, debajo de una corona de pensamientos: "¡Hoy cumple Piedad ocho años!" Y la besaron, y la vistieran can el traje color de perla, y la llevaron, con el estandarte detrás, a la sala de los libros de su padre, que tenía muy peinada su barba rubia, como si se la hubieran peinado muy despacio, y redondeándole las puntas, y poniendo cada hebra en su lugar. A cada momento se asomaba a la puerta, a ver si Piedad venía; escribía, y se ponía a silbar; abría un libro, y se quedaba mirando a un retrato, a un retrato que tenía siempre en su mesa, y era como Piedad, una Piedad de vestido largo. Y cuando oyó ruido de pasos, y un vocerrón que venía tocando música en un cucurucho de papel ¿quién sabe lo que sacó de una caja grande? y se fue a la puerta con una mano en la espalda; y con el otro brazo cargó a su hija. Luego dijo que sintió como que en el pecho se le abría una flor, y como que se le encendía en la cabeza un palacio, con colgaduras azules de flecos de oro, y mucha gente con alas; luego dijo todo eso, pero entonces, nada se le oyó decir. Hasta que Piedad dio un salto en sus brazos, y se le quiso subir por el hombro, porque en un espejo había visto lo que llevaba en la otra mano el padre. "¡Es como el sol el pelo, mamá, lo mismo que el sol! ¡ya la vi, ya la vi, tiene el vestido rosado! ¡dile que me la de, mamá: si es de peto verde, de peto de terciopelo, ¡como las mías son las medias, de encaje como las mías!" Y el padre se sentó con ella en el sillón, y le puso en los brazos la muñeca de seda y porcelana. Echó a correr Piedad, como si buscase a alguien. "¿Y yo me quedo hoy en casa por mi niña -le dijo su padre, -y mi niña me deja solo?" Ella escondió la cabecita en el pecho de su padre bueno. Y en mucho, mucho tiempo, no la levantó, aunque ¡de veras! le picaba la barba.
 
Hubo paseo por el jardín, y almuerzo con un vino de espuma debajo de la parra, y el padre estaba muy conversador, cogiéndole a cada momento la mano a su mamá, y la madre estaba como más alta, y hablaba poco, y era como música todo lo que hablaba. Piedad le llevó al cocinero una dalia roja, y se la prendió en el pecho del delantal; y a la lavandera le hizo una corona de claveles; y a la criada le llenó los bolsillos de flores de naranjo, y le puso en el pelo una flor, con sus dos hojas verdes. Y luego, con mucho cuidado, hizo un ramo de no me olvides. "¿Para quién es ese ramo, Piedad?" "No sé, no sé para quién es; ¡quien sabe si es para alguien!" Y lo puso a la orilla de la acequia, donde corría como un cristal el agua. Un secreto le dijo a su madre, y luego le dijo: "¡Déjame ir!" Pero le dijo "caprichosa" su madre: "¿y tu muñeca de seda, no te gusta? mírale la cara, que es muy linda; y no le has visto los ojos azules". Piedad sí se los había visto; y la tuvo sentada en la mesa después de comer, mirándola sin reírse; y la estuvo enseñando a andar en el jardín. Los ojos era lo que miraba ella; y le tocaba en el lado del corazón: "¡Pero, muñeca, háblame, háblame!" Y la muñeca de seda no le hablaba. "¿Con que no te ha gustado la muñeca que te compré, con sus medias de encaje y su cara de porcelana y su pelo fino?" "Sí, mi papá, si me ha gustado mucho. Vamos, señora muñeca, vamos a pasear. Usted querrá coches, y lacayos, y querrá dulce de castañas, señora muñeca. Vamos, vamos a pasear". Pero en cuanto estuvo Piedad donde no la veían, dejó a la muñeca en un tronco, de cara contra el árbol. Y se sentó sola, a pensar, sin levantar la cabeza, con la cara entre las dos manecitas. De pronto echó a correr, de miedo de que se hubiese llevado el agua el ramo de no me olvides.
 
-¡Pero, criada, llévame pronto!
 
-¿Piedad, que es eso de criada? ¡Tú nunca le dices criada así, como para ofenderla!
 
-No, mamá, no; es que tengo mucho sueño; estoy muerta de sueño. Mira, me parece que es un monte la barba de papá; y el pastel de la mesa me da vueltas, vueltas alrededor, y se están riendo de mí las banderitas; y me parece que están bailando en el aire las flores de la zanahoria; estoy muerta de sueño; ¡adiós, mi madre! mañana me levanto muy tempranito; tú, papá, me despiertas antes de salir; yo te quiero ver siempre antes de que te vayas a trabajar; ¡oh, las zanahorias! ¡estoy muerta de sueño! ¡Ay, mamá, no me mates el ramo! ¡mira, ya me mataste mi flor!
 
-¿Con qué se enoja mi hija porque le doy un abrazo?
 
-¡Pégame, mi mamá! ¡papá, pégame tú! es que tengo mucho sueño.
 
Y Piedad salió de la sala de los libros, con la criada que le llevaba la muñeca de seda.
 
-¡Qué de prisa va la niña, que se va a caer! ¿Quién espera a la niña?
 
-¡Quién sabe quién me espera!
 

Y no habló con la criada; no le dijo que le contase el cuento de la niña jorobadita que se volvió una flor; un juguete no más le pidió, y lo puso a los pies de la cama; y le acaricio a la criada la mano, y se quedo dormida. Encendió la criada la lámpara de velar, con su bombillo de ópalo; salió de puntillas; cerró la puerta con mucho cuidado. Y en cuanto estuvo cerrada la puerta, relucieron dos ojitos en el borde de la sábana; se alzó de repente la cubierta rubia; de rodillas en la cama, le dio toda la luz a la lámpara de velar; y se echó sobre el juguete que puso a los pies, sobre la muñeca negra. La besó, la abrazo, se la apretó contra el corazón: "Ven, pobrecita, ven, que esos malos te dejaron aquí sola; tú no estás fea, no, aunque no tengas más que una trenza; la fea es ésa, la que han traído hoy, la de los ojos que no hablan; dime, Leonor, dime, ¿tú pensaste en mí? mira el ramo que te traje, un ramo de no me olvides, de los más lindos del jardín; ¡así, en el pecho! ¡ésta es mi muñeca linda! ¿y no has llorado? ¡te dejaron tan sola! ¡no me mires así, porque voy a llorar yo! ¡no, tú no tienes frío! ¡aquí conmigo, en mi almohada, verás como te calientas! ¡y me quitaron, para que no me hiciera daño, el dulce que te traía! ¡así, así, bien arropadita! ¡a ver, mi beso, antes de dormirte! ¡ahora, la lámpara baja! ¡y a dormir, abrazadas las dos! ¡te quiero, porque no te quieren!"
 

martes, 27 de septiembre de 2011

El cachorro y el tigre

Un cachorro, perdido en la selva, vió un tigre corriendo en su dirección. Comenzó entonces a pensar rápido, para ver si se le ocurría alguna idea que le salvase del tigre. Entonces vió unos huesos en el suelo y comenzó a morderlos.
Cuando el tigre estaba casi para atacarle, el cachorro dijo en alto:
- ¡Ah, este tigre que acabo de comer estaba delicioso!
El tigre, entonces, paró bruscamente y, muerto de miedo, dió media vuelta y huyó despavorido mientras pensaba para sí:
- ¡Menudo cachorro feroz! ¡Por poco me come a mi también!
Un mono que había visto todo, fue detrás del tigre y le contó cómo había sido engañado por el cachorro. El tigre se puso furioso y dijo:
- ¡Maldito cachorro! ¡Ahora me la vas a pagar!
El cachorro, entonces, vió que el tigre se aproximaba rápidamente a por él, con el mono sentado encima, y pensó:
- ¡Ah, mono traidor! ¿Y qué hago ahora?
Comenzó a pensar y de repente se le ocurrió una idea: se puso de espaldas al tigre y cuando éste llegó y estaba preparado para darle el primer zarpazo, el cachorro dijo en voz alta:
- ¡Será perezoso el mono! ¡Hace una hora que le mandé para que me trajese otro tigre y todavía no ha vuelto!

Fuente:


1. ¿Quiénes son los personajes principales?
El cachorro y el tigre

2. ¿En dónde se desarrolla el relato?
En la selva

3. Extraiga las palabras desconocidas y anote su significado:
despavorido: Lleno de pavor.
menudo: Pequeño, chico o delgado.
zarpazo: Golpe dado con la zarpa.

4. ¿Qué pretende explicar el autor del relato?
Que debemos ser astutos como el cachorro para que la vida no nos sorprenda.

lunes, 26 de septiembre de 2011

El camarón encantado


de José Martí
Cuento de magia del francés Laboulaye.

Allá por un pueblo del mar Báltico, del lado de Rusia, vivía el pobre Loppi, en un casuco viejo, sin más compañía que su hacha y su mujer. El hacha ¡bueno!; pero la mujer se llamaba Masicas, que quiere decir «fresa agria». Y era agria Masicas de veras, como la fresa silvestre. ¡Vaya un nombre: Masicas! Ella nunca se enojaba, por supuesto, cuando le hacían el gusto, o no la contradecían; pero si se quedaba sin el capricho, era de irse a los bosques por no oírla. Se estaba callada de la mañana a la noche, preparando el regaño, mientras Loppi andaba afuera con el hacha, corta que corta, buscando el pan: y en cuanto entraba Loppi, no paraba de regañarlo, de la noche a la mañana. Porque estaban muy pobres, y cuando la gente no es buena, la pobreza los pone de mal humor. De veras que era pobre la casa de Loppi: las arañas no hacían telas en sus rincones porque no había allí moscas que coger, y dos ratones que entraron extraviados, se murieron de hambre.
Un día estuvo Masicas más buscapleitos que de costumbre, y el buen leñador salió de la casa suspirando, con el morral vacío al hombro: el morral de cuero, donde echaba el pico de pan, o la col, o las papas que le daban de limosna. Era muy de mañanita, y al pasar cerca de un charco vio en la yerba húmeda uno que le pareció animal raro y negruzco, de muchas bocas, como muerto o dormido. Era grande por cierto: era un enorme camarón. «¡Al saco el camarón!: con esta cena le vuelve el juicio a esa hambrona de Masicas; ¿quién sabe lo que dice cuando tiene hambre?»Y echó el camarón en el saco.
Pero ¿qué tiene Loppi, que da un salto atrás, que le tiembla la barba, que se pone pálido? Del fondo del saco salió una voz tristísima: el camarón le estaba hablando:
-Párate, amigo, y déjame ir. Yo soy el más viejo de los camarones: más de un siglo tengo yo: ¿qué vas a hacer con este carapacho duro? Sé bueno conmigo, como tú quieres que sean buenos contigo.
-Perdóname, camaroncito, que yo te dejaría ir; pero mi mujer está esperando su cena, y si le digo que encontré el camarón mayor del mundo, y que lo dejé escapar, esta noche sé yo a lo que suena un palo de escoba cuando se lo rompe su mujer a uno en las costillas.
-Y ¿por qué se lo has de decir a tu mujer?
-¡Ay, camaroncito!x. Masicas es una gran persona, que lo lleva a uno por la nariz, y uno se deja llevar: Masicas me vuelve del revés, y me saca todo lo que tengo en el corazón: Masicas sabe mucho.
-Pues mira, leñador, que yo no soy camarón como parezco, sino una maga de mucho poder, y si me oyes, tu mujer se contentará, y si no me oyes, toda la vida te has de arrepentir.
-Tú contenta a Masicas, y yo te dejaré ir, que por gusto a nadie le hago daño.
-Dime qué pescado le gusta más a tu mujer.
-Pues el que haya, camarón, que los pobres no escogen: lo que has de hacer es que no vuelva yo con el morral vacío.
-Pues ponme en la yerba, mete en el charco tu morral abierto, y di: «¡Peces, al morral!»
Y tantos peces entraron en el morral que casi se le iba Loppi de las manos. Las manos le bailaban a Loppi del asombro.
-Ya ves, leñador-le dijo el camarón,-que no soy desagradecido. Ven acá todas las mañanas, y en cuanto digas: «¡Al morral, peces!» tendrás el morral lleno, de los peces colorados. Y si quieres algo más, ven y dime así:
«Camaroncito duro,
Sácame del apuro»:

y yo saldré, y veré lo que puedo hacer por ti. Pero mira,  y no le digas a tu mujer lo que ha sucedido hoy.
-Probaré, probaré-dijo el leñador; y puso en la yerba con mucho cuidado el camarón milagroso.
Iba como la pluma Loppi . El morral no le pesaba, pero lo puso en el suelo antes de llegar a la puerta, porque ya no podía más de la curiosidad,  radiante como el oro, luego dos truchas, y un mundo de meros. Masicas abrazó a Loppi , y le dijo: «¡leñadorcito mío!»
-Ya ves, Loppi, lo que nos sucede por haber oído a tu mujer y salir temprano a buscar fortuna. Anda a la huerta, y tráeme unos ajos y cebollas, y tráeme unas setas:  anda al monte,  que te voy a hacer una sopa que no la come el rey. Y la carpa la asaremos: ni un regidor va a comer mejor que nosotros.
Y fue muy buena por cierto la comida ,y no le hablaba del miedo. Y el domingo, se le fue encima a Loppi, que volvía con su morral a cuestas.
-¡Mal marido,  mal compañero! ¡que me vas a matar a pescado! ¡que de verte el morral me da el alma vueltas!
-Y ¿qué quieres que te traiga, pues?-dijo el pobre Loppi.
-Pues lo que comen todas las mujeres de los leñadores honrados: una sopa buena y un trozo de tocino.
«Con tal-pensó Loppi-que la maga me quiera hacer este favor.»
Y al otro día a la mañanita fue al charco, y se puso a dar voces:
Camaroncito duro,
Sácame del apuro:

y el agua se movió  , con dos ojos grandes que resplandecían.
-¿Qué quiere el leñador?
-  Nada para mí, camaroncito: ¿qué he de querer yo? Pero ya mi mujer se cansó del pescado, y quiere ahora sopa y un trozo de tocino.
-Pues tendrá lo que quiere tu mujer-respondió el camarón.-Al sentarte esta noche a la mesa, dale tres golpes con el dedo meñique, y di a cada golpe: «¡Sopa, aparece: aparece, tocino!» Pero ten cuidado, leñador, que si tu mujer empieza a pedir, no va a acabar nunca.
-Probaré, señora maga, probaré-dijo Loppi, suspirando.
Como una ardilla, como un cordero estuvo al otro día en la mesa Masicas, que comió sopa dos veces, y tocino tres, y luego abrazó a Loppi, y lo llamó: «Loppi de mi corazón».
 En cuanto vio en la mesa el tocino y la sopa, se puso colorada de la ira, y le dijo a Loppi con los puños alzados:
-¿Hasta cuándo me has de atormentar,   mal hombre? ¿que una mujer como yo ha de vivir con caldo y manteca?
-Pero ¿qué quieres, amor mío?
-Pues quiero una buena comida: un ganso asado, y unos pasteles para postres.
En toda la noche no cerró Loppi los ojos, y en los puños alzados de Masicas, que le parecieron un ganso cada uno. Y a paso de moribundo se fue arrimando al charco a los claros del día,  por lo delgadas:
Camaroncito duro,
Sácame del apuro.

-¿Qué quiere el leñador?
-Para mí, nada: ¿qué he de querer yo? Pero ya mi mujer se está cansando . Yo no, señora maga. Pero mi mujer se ha cansado,  así como un gansito asado, así como unos pastelitos.
-Pues vuélvete a tu casa,  y no tienes que venir cuando tu mujer quiera cambiar de comida, sino pedírselo a la mesa.
En un salto llegó Loppi a su casa y tirando por el aire el sombrero. Llena estaba ya la mem de platos,  con cucharas de hierro,  y una jarra de estaño: y el ganso con papas, y un pudín de ciruelas. Hasta un frasco de anisete había en la mesa.
Pero Masicas estaba pensativa. Y a Loppi ¿quién le daba todo aquello? Ella quería saber: «¡Dímelo, Loppi!», cuando ya no quedaba del anisete más que el forro de paja. Pero ella prometió no decírselo a nadie.
A los pocos días, le contó a Loppi muchos cuentos y le acabó así el discurso:
-Pero, Loppi mío, ya tú no piensas en tu mujercita: comer, pero tu mujercita anda en trapos. Anda, Loppi,  que la maga no te tendrá a mal que quieras vestir bien a tu mujercita.
A Loppi le pareció que Masicas tenía mucha razón . Pero la voz se le resistía cuando a la mañanita llamó al camarón encantado:
Camaroncito duro,
Sácame del apuro.

El camarón entero sacó el cuerpo del agua.
-¿Qué quiere el leñador?
-Para mí, nada;  Pero mi mujer está triste, y quiere que su señoría me dé poder para tenerla con traje de señora.
El camarón se echó a reír,  y luego dijo a Loppi: «Vuélvete a casa, que tu mujer tendrá lo que desea.»
-¡Oh, señor camarón!  ¡déjeme que le bese la patica izquierda, la que está del lado del corazón! Y se fue cantando un canto : y cuando entró a su casa vio a una bella señora; y la señora se echó a reír, que estaba como un sol de la hermosura. Y se tomaron los dos de la mano, y se pusieron a dar brincos.
A los pocos días Masicas estaba pálida,como de mucho llorar. «Y dime, Loppi», con un pañuelo de encaje en la mano: «¿de qué me sirve tener tan buen vestido sin un espejo donde mirarme, ni una vecina que me pueda ver, ni más casa que este casuco? Loppi, dile a la maga que esto no puede ser.» «Dile, Loppi, a la maga que me dé un castillo hermoso.
-¡Masicas, tú estás loca!
Conténtate,  con lo que tienes.
-¡Loppi, nunca serás más que un zascandil! . Háblale, que yo estoy aquí para lo que suceda.
Y el pobre Loppi volvió al charco. Iba temblando todo él. ¿Y si el camarón se cansaba de tanto pedirle, y le quitaba cuanto le dio? ¿Y si Masicas lo dejaba sin pelo si volvía sin el castillo? Llamó muy quedito:
Camaroncito duro,
Sácame del apuro.

-¿Qué quiere el leñador?-dijo el camarón, saliendo del agua poco a poco.
-Nada para mí: ¿qué más podría yo querer? Pero mi mujer no está contenta y me tiene en tortura.
-¿Y qué quiere la señora?
-Pues , un castillito. Quiere ser princesa del castillo.-Leñador-dijo el camarón, con una voz que Loppi no le conocía:-tu mujer tendrá lo que desea.
A Loppi le costó mucho trabajo llegar a su casa, porque estaba cambiado todo el país, y en medio de todo una casa muy rica con un jardín lleno de flores. Una princesa bajó a saludarlo a la puerta del jardín. Y la princesa le dio la mano. Era Masicas: «Ahora sí, Loppi, que soy dichosa. Eres muy bueno. La maga es muy buena.»
Vivía Masicas con todo el lujo de su señorío. Sus vacas eran inglesas, sus perros de San Bernardo, sus gallinas de Guinea, sus faisanes de Terán, sus cabras eran suizas. ¿Qué le faltaba a Masicas, que estaba siempre tan llena de pesar? Masicas quería algo más. Quería ser reina Masicas:«¿No ves que para reina he nacido yo? ¿No ves, Loppi mío, que tú mismo me das siempre la razón, aunque eres más terco que una mula? Ya no puedo esperar. Loppi no quería ser rey. Almorzaba bien, comía mejor; ¿a qué los trabajos de mandar a los hombres? Pero cuando Masicas decía a querer. Y al charco fue al salir el sol, limpiándose los sudores, y con la sangre a medio helar.  Llamó.
Camaroncito duro,
Sácame del apuro.

Vio salir del agua las dos bocas negras. Oyó que le decían «¿qué quiere el leñador?»pero no tenía fuerzas para dar su recado. Al fin dijo tartamudeando:
-Para mí, nada: ¿qué pudiera yo pedir? Pero se ha cansado mi mujer de ser princesa.
-¿Y qué quiere ahora ser la mujer del leñador?
-¡Ay, señora maga!: reina quiere ser.
-¿Reina no más? Me salvaste la vida. ¡Salud, marido de la reina!
Y cuando Loppi volvió a su casa, y Masica tenía puesta la corona. Los lacayos, con sus medias de seda y sus casaquines, iban detrás de la reina Masicas.
Y Loppi almorzó contento, y bebió en copa tallada su anisete más fino, seguro de que Masicas tenía ya cuanto podía tener. Y dos meses estuvo almorzando pechugas de faisán con vinos olorosos, a decirle que la reina lo quería ver, sentada en su trono de oro.
-Estoy cansada de ser reina, Loppi. Estoy cansada de que todos estos hombres me mientan y me adulen. Quiero gobernar a hombres libres. Ve a ver a la maga por última vez. Ve: dile lo que quiero.
-Pero ¿qué quieres entonces, infeliz? ¿Quieres reinar en el cielo donde están los soles y las estrellas, y ser dueña del mundo?
-Que vayas te digo, y le digas a la maga que quiero reinar en el cielo, y ser dueña del mundo.
-Que no voy, te digo, a pedirle a la maga semejante locura.
-Soy tu reina, Loppi, y vas a ver a la maga, o mando que te corten la cabeza.
-Voy, mi reina, voy.-Y se echó al brazo el manto de armiño, con su sombrero de plumas. Iba como si le corrieran detrás, alzando los brazos, arrodillándose en el suelo, golpeándose la casaca bordada de colores: «¡Tal vez-pensaba Loppi-tal vez el camarón tenga piedad de mí!» Y lo llamó desde la orilla, con voz como un gemido:
¡Camaroncito duro,
Sácame del apuro!

Nadie respondió. Ni una hoja se movió. Volvió a llamar, con la voz como un soplo.
-¿Qué quiere el leñador?-respondió otra voz terrible.
-Para mí, nada: ¿qué he de querer para mí? Pero la reina,  quiere que le diga a la señora maga su último deseo: el último.
-¿Qué quiere ahora la mujer del leñador?
Loppi, espantado.
-¡Perdón, señora, perdón! ¡Quiere reinar en el cielo, y ser dueña del mundo!
El camarón dio una vuelta en redondo,  y se fue sobre Loppi, con las bocas abiertas:
-¡A tu rincón, imbécil, a tu rincón! ¡los maridos cobardes hacen a las mujeres locas! ¡abajo el palacio, abajo el castillo, abajo la corona! ¡A tu casuca con tu mujer, marido cobarde! ¡A tu casuca con el morral vacío!
Y se hundió en el agua, que silbó como cuando mojan un hierro caliente.
Loppi se tendió en la yerba, como herido de un rayo. Cuando se levantó, no tenía en la cabeza el sombrero de plumas, ni llevaba al brazo el manto de armiño, ni vestía la casaca bordada de colores. El camino era oscuro, y matorral, como antes. Membrillos empolvados y pinos enfermos eran la única arboleda. El suelo era, como antes, de pozos y pantanos. Cargaba a la espalda su morral vacío. Iba, sin saber que iba, mirando a la tierra.
Y de pronto sintió que le apretaban el cuello dos manos feroces.
-¿Estás aquí, monstruo? ¿Estás aquí, mal marido?  ¡Muere a mis manos, mal hombre!
-¡Masicas, que te lastimas! ¡Oye a tu Loppi, Masicas!
Pero las venas de la garganta de la mujer se hincharon, y reventaron, y cayó muerta, muerta de la furia. Loppi se sentó a sus pies, le compuso los harapos sobre el cuerpo, y le puso de almohada el morral vacío. Por la mañana, cuando salió el sol, Loppi estaba tendido junto a Masicas, muerto.

Fuente:

http://www.damisela.com/literatura/pais/cuba/autores/marti/oro/camaron.htm
















El nacimiento de Fe y Alagría

La historia del colegio fe y alegría desde sus raices

Fuente:

http://www.youtube.com/watch?v=K_VJy8WFg8Y

sábado, 23 de julio de 2011

En el cielo no siempre hay paz: Machu Picchu

En el cielo no siempre hay paz: Machu Picchu: "EmplazamientoSe encuentra a 13º 9' 47 'latitud sur y 72º 32' 44' longitud oeste. Forma parte del distrito del mismo nombre, en la provincia ...http://es.wikipedia.org/wiki/Machu_Picchu#Ubicaci.C3.B3n_geogr.C3.A1fica"http://es.wikipedia.org/wiki/Machu_Picchu#Ubicaci.C3.B3n_geogr.C3.A1fica

Machu Picchu

EmplazamientoSe encuentra a 13º 9' 47 "latitud sur y 72º 32' 44" longitud oeste. Forma parte del distrito del mismo nombre, en la provincia de Urubamba, en el Departamento del Cuzco, en Perú. La ciudad importante más cercana es Cuzco, actual capital regional y antigua capital de los incas, a 130 km de allí.
Las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu son parte de una gran formación orográfica conocida como Batolito de Vilcabamba, en la Cordillera Central de los Andes peruanos. Se encuentran en la rivera izquierda del llamado Cañón del Urubamba, conocido antiguamente como Quebrada de Picchu.[7] Al pie de los cerros y prácticamente rodeándolos, corre el río Vilcanota-Urubamba. Las ruinas incas se encuentran a medio camino entre las cimas de ambas montañas, a 450 metros de altura por encima del nivel del valle y a 2.438 metros sobre el nivel del mar. La superficie edificada es aproximadamente de 530 metros de largo por 200 de ancho, contando con 172 edificios en su área urbana.
Las ruinas, propiamente dichas, están dentro de un territorio intangible del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE),[8] llamado Santuario Histórico de Machu Picchu, que se extiende sobre una superficie de 32.592 hectáreas, (80.535 acres o 325,92 km²) de la cuenca del río Vilcanota-Urubamba (el Willka mayu o "río sagrado" de los incas). El Santuario Histórico protege una serie de especies biológicas en peligro de extinción y varios establecimientos incas,[9] entre los cuales Machu Picchu es considerado principal.
Formas de accesoLa zona arqueológica en sí solo es accesible, bien desde los caminos incas que llegan hasta ella, o bien utilizando la carretera Hiram Bingham (que asciende la cuesta del cerro Machu Picchu desde la estación de tren de Puente Ruinas, ubicada al fondo del cañón). Ninguna de las dos formas exime al visitante del precio de ingreso a las ruinas.[10]
La mencionada carretera, sin embargo, no está integrada a la red nacional de carreteras del Perú. Nace en el pueblo de Aguas Calientes, al que a su vez sólo se puede acceder por ferrocarril (unas 3 horas desde Cuzco)[11] o helicóptero (30 minutos desde Cuzco). La ausencia de una carretera directa al santuario de Machu Picchu es intencional y permite controlar el flujo de visitantes a la zona, que, dado su carácter de reserva nacional, es particularmente sensible a las muchedumbres. Ello, sin embargo, no ha impedido el crecimiento desordenado (criticado por las autoridades culturales) de Aguas Calientes, que vive para y por el turismo, pues hay hoteles y restaurantes de diferentes categorías en este lugar.
Para llegar a Machu Picchu por el principal Camino Inca se debe hacer una caminata de unos 3 días. Para ello es necesario tomar el tren hasta el km 82 de la vía férrea Cuzco - Aguas Calientes, desde donde parte el recorrido a pie.[12]
Algunos visitantes toman un autobús local desde Cuzco hasta Ollantaytambo (vía Urubamba) y de ahí toman un transporte hasta el mencionado km 82. Una vez allí recorren las vías del tren hasta cubrir los 32 km que hay hasta Aguas Calientes.
ClimaEl tiempo es cálido y húmedo durante el día y fresco por la noche. La temperatura oscila entre los 12 y los 24 grados centígrados. La zona es por regla general lluviosa (unos 1.955 mm anuales), especialmente entre noviembre y marzo. Las lluvias, que son copiosas, se alternan rápidamente con momentos de intenso brillo solar.[13]
GeologíaEl conjunto del sitio arqueológico ha sido construído sobre el Batolito de Vilcabamba, compuesto de rocas intrusivas que datan aproximadamente de unos 250 millones de años, instrusivos Permo-Triásicos[14] de principalmente Granito blanco a grisáceo, cortado por algunas vetas de tonalitas y talcesquistos.
El macizo granítico se encuentra cortado por una serie de fallas y diaclasas que juegan un papel importante en la conformación actual del relieve y en su evolución. En el Mapa Geológico del Cuadrángulo de Machu Picchu (27-q) del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico del Perú se observan dos grandes fallas de Rumbo regionales que cortan a la zona, llamadas Fallas Huayna Picchu y Machu Picchu, de orientación NE-SO. Estas fallas no han tenido actividad reciente.[15]
HistoriaLa quebrada de Picchu, ubicada a medio camino entre los Andes y la floresta amazónica, fue una región colonizada por poblaciones serranas, no selváticas, provenientes de las regiones de Vilcabamba y del Valle Sagrado, en Cuzco, en busca de una expansión de sus fronteras agrarias. Las evidencias arqueológicas indican que la agricultura se practica en la región desde al menos el 760 a. C.[16] Una explosión demográfica se da a partir del Período Horizonte Medio, desde el año 900 de nuestra era, por grupos no documentados históricamente pero que posiblemente estuvieron vinculados a la etnia Tampu del Urubamba. Se cree que estos pueblos podrían haber formado parte de la federación Ayarmaca, rivales de los primeros incas del Cuzco.[17] En ese período se expande considerablemente el área agrícola "construida" (andenes). No obstante, el emplazamiento específico de la ciudad que nos ocupa (la cresta rocosa que une las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu) no presenta huellas de haber tenido edificaciones antes del siglo XV.[18]
Época inca (1438-1534)
Pachacútec, según la crónica de Martín de Murúa (1615).Hacia 1440, durante su campaña hacia Vilcabamba, la quebrada de Picchu fue conquistada por Pachacútec,[19] primer emperador inca (1438-1470). El emplazamiento de Machu Picchu debió impresionar al monarca por sus peculiares características dentro de la geografía sagrada cusqueña.[20] y por ello habría mandado a construir allí, hacia 1450, un complejo urbano con edificaciones de gran lujo civiles y religiosas.[21]
Se cree que Machu Picchu tuvo una población móvil como la mayoría de las llactas incas, que oscilaba entre 300 y 1.000 habitantes[22] pertenecientes a una élite (posiblemente miembros de la panaca de Pachacutec)[23] y acllas. Se ha demostrado que la fuerza agrícola estuvo compuesta por colonos mitimaes o mitmas (mitmaqkuna) procedentes de diferentes rincones del imperio.[24]
Machu Picchu no era desde ningún punto de vista un complejo aislado, por lo que el mito de la "ciudad perdida" y del "refugio secreto" de los emperadores incas carece de asidero. Los valles que confluían en la quebrada formaban una región densamente poblada que incrementó espectacularmente su productividad agrícola a partir de la ocupación inca, en 1440.[25] Los incas construyeron allí muchos centros administrativos, los más importantes de los cuales fueron Patallacta y Quente Marca,[26] y abundantes complejos agrícolas formados por terrazas de cultivo. Machu Picchu dependía de estos complejos para su alimentación, pues los campos del sector agrario de la ciudad habrían resultado insuficientes para abastecer a la población.[27] La comunicación intrarregional era posible gracias a las redes de caminos incas: 8 caminos llegaban a Machu Picchu.[28] La pequeña urbe de Picchu se llegó a diferenciar de las poblaciones vecinas por la singular calidad de sus principales edificios.
A la muerte de Pachacútec, y de acuerdo con las costumbres reales incas, ésta y el resto de sus propiedades personales habría pasado a la administración de su panaca, que debía destinar las rentas producidas al culto de la momia del difunto rey.[29] Se presume que esta situación se habría mantenido durante los gobiernos de Túpac Yupanqui (1470-1493) y Huayna Cápac (1493-1529).
Machu Picchu debió perder en parte su importancia al tener que competir en prestigio con las propiedades personales de los emperadores sucesores. De hecho, la apertura de un camino más seguro y amplio entre Ollantaytambo y Vilcabamba (el del Valle de Amaybamba) hizo que la ruta de la quebrada de Picchu fuera menos empleada.[30]
Época de transición (1534-1572)
Roca labrada bajo el templo del Sol que da ingreso al llamado Mausoleo Real. Algunos autores como Lumbreras sugieren que podría haber estado destinado a la momia de Pachacútec.La guerra civil inca (1531-32) y la irrupción española en el Cuzco en 1534 debieron afectar considerablemente la vida de Machu Picchu. La masa campesina de la región estaba compuesta principalmente por mitmas, colonos de diferentes naciones conquistadas por los incas llevados a la fuerza hasta ese lugar. Ellos aprovecharon la caída del sistema económico cusqueño para retornar a sus tierras de origen.[31] La resistencia inca contra los españoles dirigida por Manco Inca en 1536 convocó a los nobles de las regiones cercanas a integrar su corte en el exilio de Vilcabamba,[32] y es muy probable que los principales nobles de Picchu hayan abandonado entonces la ciudad. Documentos de la época indican que la región estaba llena de "despoblados" en ese tiempo.[33] Picchu habría seguido habitada y el registro de su existencia como lo prueba que fuera considerada una población tributaria de la encomienda española de Ollantaytambo.[34] Eso no necesariamente significa que los españoles visitaran Machu Picchu con frecuencia; de hecho, sabemos que el tributo de Picchu era entregado a los españoles una vez por año en el pueblo de Ollantaytambo, y no "recogido" localmente.[35] De todas maneras, está claro que los españoles sabían del lugar, aunque no hay indicios de que apreciasen su importancia pasada. Los documentos coloniales incluso mencionan el nombre de quien era curaca (acaso el último) de Machu Picchu en 1568: Juan Mácora.[1] Que se llame "Juan" indica que había sido, al menos nominalmente, bautizado, y, por tanto, sometido a la influencia española.
Otro documento[36] indica que el Inca Titu Cusi Yupanqui, que reinaba entonces en Vilcabamba, pidió que frailes agustinos acudieran a evangelizar "Piocho" hacia 1570. No se conoce ningún lugar de la zona que se oiga parecido a "Piocho" que no sea "Piccho" o "Picchu", lo que hace suponer a Lumbreras que los famosos "extirpadores de idolatrías" podrían haber llegado al sitio y haber tenido que ver con la destrucción e incendio del Torreón del Templo del Sol.[37]
El soldado español Baltasar de Ocampo escribió a fines del siglo XVI sobre un poblado "en lo alto de una montaña" de edificios "suntuosísimos" y que albergaba un gran acllahuasi (Casa de las escogidas) en los últimos años de la resistencia inca. La descripción breve que hace de sus ambientes nos remite a Picchu. Lo más interesante es que Ocampo dice que se llama "Pitcos". El único lugar de nombre parecido es "Vitcos", un sitio inca en Vilcabamba completamente diferente al descrito por Ocampo. El otro candidato es, naturalmente, Picchu.[38] No se sabe hasta hoy si se trata del mismo lugar o no. Ocampo indica que en este lugar se habría criado Túpac Amaru I, sucesor de Titu Cusi y último Inca de Vilcabamba.
Entre la colonia y la república (s.XVII-s.XIX)Tras la caída del reino de Vilcabamba en 1572 y la consolidación del poder español en los Andes Centrales, Machu Picchu se mantuvo dentro de la jurisdicción de diferentes haciendas coloniales que cambiaron varias veces de manos hasta tiempos republicanos (desde 1821). No obstante, ya se había vuelto un lugar remoto, alejado de los nuevos caminos y ejes económicos del Perú. La región fue prácticamente ignorada por el régimen colonial (que no mandó edificar templos cristianos ni administró poblado alguno en la zona), aunque no por el hombre andino.
En efecto, el sector agrícola de Machu Picchu no parece haber estado completamente deshabitado ni desconocido: documentos de 1657[39] y de 1782[40] aluden a Machu Picchu, en tanto tierras de interés agrícola. Sus principales construcciones, sin embargo, las de su área urbana, no parecen haber sido ocupadas y fueron ganadas pronto por la vegetación del bosque nuboso.
Machu Picchu en el siglo XIXEn 1865, en el curso de sus viajes de exploración por el Perú, el naturalista italiano Antonio Raimondi pasa al pie de las ruinas sin saberlo y alude a lo escasamente poblada que era entonces la región. Sin embargo todo indica que es por esos años cuando la zona empieza a recibir visitas por intereses distintos a los meramente científicos.
En efecto una investigación actualmente en curso divulgada recientemente[41] revela información sobre un empresario alemán llamado Augusto Berns quien en 1867 no sólo habría "descubierto" las ruinas sino que habría fundado una empresa "minera" para explotar los presuntos "tesoros" que albergaban (la "Compañía Anónima Explotadora de las Huacas del Inca"). De acuerdo a esta fuente, entre 1867 y 1870 y con la venía del gobierno de José Balta, la compañía habría operado en la zona y luego vendido "todo lo que encontró" a coleccionistas europeos y norteamericanos.[42]
Conectados o no con esta presunta empresa (cuya existencia espera ser confirmada por otras fuentes y autores) lo cierto es que es en esos momentos cuando los mapas de prospecciones mineras empiezan a mencionar Machu Picchu. Así, en 1870, el norteamericano Harry Singer coloca por primera vez en un mapa la ubicación del Cerro Machu Picchu y se refiere al Huayna Picchu como "Punta Huaca del Inca". El nombre revela una inédita relación entre los incas y la montaña e incluso sugiere un carácter religioso (una huaca en los Andes Antiguos era un lugar sagrado).[43]
Un segundo mapa de 1874, elaborado por el alemán Herman Gohring, menciona y ubica en su sitio exacto ambas montañas.[44]
Por fin en 1880 el explorador francés Charles Wiener confirma la existencia de restos arqueológicos en el lugar (afirma "se me habló de otras ciudades, de Huayna Picchu y de Machu Picchu"), aunque no puede llegar al emplazamiento.[45] En cualquier caso está claro que la existencia de la presunta "ciudad perdida" no se había olvidado, como se creía hasta hace algunos años
Redescubrimiento de Machu Picchu (1894-1911)
Machu Picchu al arribo de Hiram Bingham en 1911.Las primeras referencias directas sobre visitantes de las ruinas de Machu Picchu indican que Agustín Lizárraga, un arrendatario de tierras cusqueño, llegó al sitio el 14 de julio de 1902 guiando a los también cusqueños Gabino Sánchez, Enrique Palma y Justo Ochoa.[46] Los visitantes dejaron un graffiti con sus nombres en uno de los muros del Templo de las Tres Ventanas que fue posteriormente verificado por varias personas.[47] Existen informaciones que sugieren que Lizárraga ya había visitado Machu Picchu en compañía de Luis Béjar en 1894.[48] Lizárraga les mostraba las construcciones a los "visitantes", aunque la naturaleza de sus actividades no ha sido hasta hoy investigada.[49]


Uno de los ayudantes de Hiram Bingham junto a una de las grandes hornacinas del Mausoleo Real, en la cueva bajo del Templo del Sol. 1911.Hiram Bingham, un profesor norteamericano de historia interesado en encontrar los últimos reductos incas de Vilcabamba oyó sobre Lizárraga a partir de sus contactos con los hacendados locales.[50] Fue así como llegó a Machu Picchu el 24 de julio de 1911 guiado por otro arrendatario de tierras, Melchor Arteaga, y acompañado por un sargento de la guardia civil peruana de apellido Carrasco.[51] Encontraron a dos familias de campesinos viviendo allí: los Recharte y los Álvarez, quienes usaban los andenes del sur de las ruinas para cultivar y bebían el agua de un canal inca que aún funcionaba y que traía agua de un manantial. Pablo Recharte, uno de los niños de Machu Picchu, guió a Bingham hacia la "zona urbana" cubierta por la maleza.[52]
Bingham quedó muy impresionado por lo que vio y gestionó los auspicios de la Universidad de Yale, la National Geographic Society y el gobierno peruano para iniciar de inmediato el estudio científico del sitio.[53] Así, con el ingeniero Ellwood Erdis, el osteólogo George Eaton, la participación directa de Toribio Recharte y Anacleto Álvarez y un grupo de anónimos trabajadores de la zona, Bingham dirigió trabajos arqueológicos en Machu Picchu en 1912 hasta 1915 período en el que se despejó la maleza y se excavaron tumbas incas en los extramuros de la ciudad. La "vida pública" de Machu Picchu empieza en 1913 con la publicación de todo ello en un artículo en la revista de la National Geographic.
Si bien es claro que Bingham no descubre Machu Picchu en el sentido estricto de la palabra (nadie lo hizo dado que nunca se "perdió" realmente), es indudable que tuvo el mérito de ser la primera persona en reconocer la importancia de las ruinas, estudiándolas con un equipo multidisciplinario y divulgando sus hallazgos. Ello pese a que los criterios arqueológicos empleados no fueran los más adecuados desde la perspectiva actual,[54] y pese, también, a la polémica que hasta hoy envuelve la más que irregular salida del país del material arqueológico excavado[55] (que consta de al menos unas 46.332 piezas) y que hasta el 2009 no ha sido devuelto al gobierno peruano[56]
Machu Picchu desde 1915Entre 1924 y 1928 Martín Chambi y Juan Manuel Figueroa hicieron una serie de fotografías en Machu Picchu que fueron publicadas en diferentes revistas peruanas, masificando el interés local sobre las ruinas y convirtiéndolas en un símbolo nacional.[57] Con el transcurrir de las décadas, y especialmente desde la apertura en 1948 de una vía carrozable que ascendía la cuesta de la montaña hasta las ruinas desde la estación de tren, Machu Picchu se convirtió en el principal destino turístico de Perú. Durante los dos primeros tercios del siglo XX, sin embargo, el interés por su explotación turística fue mayor que el de conservación y estudio de las ruinas, lo que no impidió que algunos investigadores notables avanzaran en resolver los misterios de Machu Picchu, destacando especialmente los trabajos de la Viking Found dirigida por Paul Fejos sobre los sitios incas del entorno de Machu Picchu ("descubriendo" varios establecimientos del Camino Inca a Machu Picchu) y las investigaciones de Luis E. Valcárcel que relacionaron por primera vez al sitio con Pachacútec. Es a partir de la década de 1970 que nuevas generaciones de arqueólogos (Chávez Ballón, Lorenzo, Ramos Condori, Zapata, Sánchez, Valencia, Gibaja), historiadores (Glave y Remy, Rowe, Angles), astrónomos (Dearborn, White, Thomson) y antropólogos (Reinhard, Urton) se ocupan de la investigación de las ruinas y su pasado.
El establecimiento de una Zona de Protección Ecológica en torno a las ruinas en 1981, la inclusión de Machu Picchu como integrante de la Lista del Patrimonio Mundial en 1983, y la adopción de un Plan Maestro para el desarrollo sostenible de la región en 2005 han sido los hitos más importantes en el esfuerzo por conservar Machu Picchu y su entorno. Sin embargo han conspirado contra estos esfuerzos algunas malas restauraciones parciales en el pasado,[58] incendios forestales, como el de 1997 y conflictos políticos surgidos en las poblaciones cercanas en aras de una mejor distribución de los recursos obtenidos por el Estado en la administración de las ruinas.
Hechos recientesEl 8 de septiembre del 2000, al grabarse un comercial publicitario de cerveza cusqueña (Backus & Johnston), una grúa utilizada cae sobre el famoso Intihuatana ("reloj solar"), rompiendo cerca de 8 cm de la punta. El caso llevó a una demanda por parte del INC y la solicitud de la respectiva indemnización, en el 2005.[59]
En julio del 2003 la cantante Gloria Estefan visitó la ciudadela y grabó con los paisajes el video clip de letra del canta autor peruano Gian Marco para el tema Hoy (Today) del álbum Unwrapped.
El 10 de noviembre de 2003 el Congreso del Perú emite la ley 28100 que establece que el 10% de los ingresos recaudados por el ingreso al Parque Arqueológico de Machu Picchu, administrado por el Instituto Nacional de Cultura, será destinado a la municipalidad de Machu Picchu.[60]
El 12 de julio de 2006 el Congreso del Perú emite la ley 28778 para la repatriación de los objetos arqueológicos que forman parte de la colección Machu Picchu del museo Peabody de la Universidad de Yale en los Estados Unidos de Norteamérica, las que fueron autorizadas a salir del país por Decretos Supremo 1529 del 31 de octubre de 1912 y por Decretos Supremo 31 del 27 de enero de 1916.[61]
En junio de 2007, la actriz Cameron Diaz, visita la ciudadela para hacer un documental del programa 4Real de la cadena CTV.
En 2007, el gobierno del Perú decretó el día 7 de julio como el "Día del Santuario Histórico de Machu Picchu, Nueva Maravilla del Mundo", debido a que el 7 de julio de 2007 Machu Picchu fue nombrada como una de las ganadoras en la lista de las Nuevas maravillas del mundo.
En septiembre de 2007, la Universidad de Yale manifestó que devolverá 4.000 piezas arqueológicas encontradas por Hiram Bingham y que actuará como promotor de su exhibición en un museo itinerante y finalmente en un museo en el Cuzco.[62]
Descripción de Machu Picchu
Terrazas del lado este en el Sector Agrícola.
El recinto curvo del Templo del Sol o Torreón.
La estructura conocida como Templo Principal.
La "pirámide" de Intihuatana (Conjunto 5). En primer plano, la Plaza Sagrada (C4) y el Templo Principal.
La piedra Intihuatana de Machu Picchu.
Vista del Conjunto 9 o de las Tres Portadas sobre tres niveles de terrazas frente a la plaza principal.
Vista del Conjunto de los Morteros o Acllahuasi (Grupo 18) tal como se ve desde el Intihuatana.El área edificada en Machu Picchu es de 530 metros de largo por 200 de ancho e incluye al menos 172 recintos. El complejo está claramente dividido en dos grandes zonas: la zona agrícola, formada por conjuntos de terrazas de cultivo, que se encuentra al sur; y la zona urbana, que es, por supuesto, aquella donde vivieron sus ocupantes y donde se desarrollaron las principales actividades civiles y religiosas. Ambas zonas están separadas por un muro, un foso y una escalinata, elementos que corren paralelos por la cuesta este de la montaña.[63]
Una parte apreciable de las ruinas que se pueden ver en la actualidad son en realidad reconstrucciones recientes, como se aprecia al comparar las imágenes obtenidas en la década de 1910 con las actuales.
Zona agrícolaLos andenes (terrazas de cultivo), de Machu Picchu lucen como grandes escalones construidos sobre la ladera. Son estructuras formadas por un muro de piedra y un relleno de diferentes capas de material (piedras grandes, piedras menores, cascajo, arcilla y tierra de cultivo) que facilitan el drenaje, evitando que el agua se empoce en ellos (téngase en cuenta la gran pluviosidad de la zona) y se desmorone su estructura. Este tipo de construcción permitió que se cultivara sobre ellos hasta la primera década del siglo XX. Otros andenes de menor ancho se encuentran en la parte baja de Machu Picchu, alrededor de toda la ciudad. Su funci­ón no era agrícola sino servir como muros de contención.
Cinco grandes construcciones se ubican sobre los andenes al este del camino inca que llega a Machu Picchu desde el sur. Fueron utilizados como colcas o almacenes. Al oeste del camino se encuentran otros dos grandes conjuntos de andenes: unos concéntricos de corte semicircular y otros rectos.
Zona urbanaUn muro de unos 400 metros de largo divide la ciudad del área agrícola. Paralelo al muro corre un "foso" usado como el principal drenaje de la ciudad. En lo alto del muro está la puerta de Machu Picchu que contaba con un mecanismo de cierre interno.
La zona urbana ha sido dividida por los arqueólogos actuales en grupos de edificios denominados por un número entre el 1 y el 18. Aún tiene vigencia el esquema planteado por Chávez Ballón en 1961 que la divide en un sector hanan (alto) y otro hurin (bajo) de acuerdo a la tradicional bipartición de la sociedad y la jerarquía andina. El eje físico de esa división es una plaza alargada, construida sobre terrazas en diferentes niveles de acuerdo al declive de la montaña.
El segundo eje en importancia de la ciudad forma cruz con el anterior, atravesando prácticamente todo el ancho de las ruinas de este a oeste: Consiste en dos elementos: una ancha y larga escalinata que hace las veces de "calle principal" y un conjunto de elaboradas fuentes de agua que corre paralelo a ella.
En la intersección de ambos ejes están ubicadas la residencia del inca, el templo-observatorio del torreón y la primera y más importante de las fuentes de agua.
Sector HananConjunto 1
El Conjunto 1 incluye estructuras relacionadas con la atención a quienes llegaban a la ciudad por la puerta (un "área vestibular"),[64] establos para camélidos, talleres, cocinas y habitaciones. Todo ello al lado este del camino, en una sucesión de calles paralelas que bajan por la cuesta de la montaña. La construcción más importante, el edificio vestibular, tenía dos pisos y varios accesos. A la mano izquierda del camino de ingreso hay habitaciones de menor rango que estarían relacionadas con el trabajo en las canteras, situadas en las inmediaciones de este sector. Todas las construcciones son de aparejo común y muchas de ellas estaban enlucidas y pintadas.
Templo del Sol
Se accede a él por una portada de doble jamba, que permanecía cerrada (hay restos de un mecanismo de seguridad). La edificación principal es conocida como "Torreón", de bloques finamente labrados. Fue usado para ceremonias relacionadas con el solsticio de junio.[65] Una de sus ventanas muestra huellas de haber tenido ornamentos incrustados que fueron arrancados en algún momento de la historia de Machu Picchu, destruyendo parte de su estructura. Además hay huellas de un gran incendio en el lugar. El Torreón está construido sobre una gran roca debajo de la cual hay una pequeña cueva que ha sido forrada completamente con mampostería fina. Se cree que fue un mausoleo y que en sus grandes hornacinas reposaban momias. Lumbreras incluso especula que hay indicios para afirmar que pudo ser el mausoleo de Pachacutec y que su momia estuvo aquí hasta poco después de la irrupción española en Cuzco.[66]
Residencia Real
De las construcciones destinadas a vivienda esta es la más fina, grande y mejor distribuida de Machu Picchu. Su puerta de acceso da a la primera fuente de la ciudad y, cruzando la "calle" formada por la gran escalinata, al Templo del Sol. Incluye dos habitaciones de grandes dinteles monolíticos y muros de piedra bien labrada. Una de esas habitaciones tiene acceso a un cuarto de servicio con un canal de desagüe. El conjunto incluye un corral para camélidos y una terraza privada con vista al lado este de la ciudad.
Plaza sagrada
Se le llama así a un conjunto de construcciones dispuestas en torno a un patio cuadrado. Todas las evidencias indican que el lugar estuvo destinado a diferentes rituales. Incluye dos de los mejores edificios de Machu Picchu, que están formados por rocas labradas de gran tamaño: El Templo de las Tres ventanas, cuyos muros de grandes bloques poligonales fueron ensamblados como un rompecabezas, y el Templo Principal, de bloques más regulares, que se cree que fue el principal recinto ceremonial de la ciudad. Adosado a este último está la llamada "casa del sacerdote" o "cámara de los ornamentos". Hay indicios que sugieren que el conjunto general no terminó de construirse.
Intihuatana
Se trata de una colina cuyos flancos fueron convertidos en terrazas, tomando la forma de una gran pirámide de base poligonal. Incluye dos largas escaleras de acceso, al norte y al sur, siendo esta última especialmente interesante por estar en una largo trecho tallada en una sola roca. En lo alto, rodeada de construcciones de élite, se encuentra la piedra Intihuatana (donde se amarra el Sol), uno de los objetos más estudiados de Machu Picchu, que ha sido relacionado con una serie de lugares considerados sagrados desde el cual se establecen claros alineamientos entre acontecimientos astronómicos y las montañas circundantes.[67]
Sector UrinRoca sagrada
Se le llama así a una piedra de cara plana colocada sobre un amplio pedestal. Es un hito que marca el extremo norte de la ciudad y es el punto de partida del camino a Huayna Picchu.
Grupo de las tres portadas
Es un amplio conjunto arquitectónico dominado por tres grandes kanchas dispuestas simétricamente y comunicadas entre sí. Sus portadas, de idéntica factura, dan a la plaza principal de Machu Picchu. Incluye viviendas y talleres.[68]
Grupo de los morteros o acllahuasi
Es el más grande conjunto de la ciudad a pesar de lo cual tuvo una sola puerta de ingreso, algo que podría sugerir que se tratara del Acllahuasi (o casa de mujeres escogidas) de Machu Picchu, dedicadas al servicio religioso y a la artesanía fina. Incluye una famosa habitación de piedra bien labrada en cuyo piso se encuentran dos afloramientos rocosos tallados en forma de morteros circulares supuestamente para moler granos. Algunos autores piensan que éstos se llenaban con agua y en ellos se reflejaban los astros. El conjunto incluye evidencias de un uso ritual, hay altares e incluso una cancha construida alrededor de una gran roca. Parte de sus ambientes evidencian haber sido residencias de élite.[69]
Grupo del cóndor
Es un amplio conjunto de construcciones, de trazo no siempre regular, que aprovecha los contornos de las rocas. Incluye algunas cuevas con evidencias de uso ritual y una gran piedra tallada en el centro de un amplio patio en la que muchos creen ver la representación de un cóndor. Al sur del "cóndor" se encuentran viviendas de élite, que tuvieron el único acceso privado a una de las fuentes de Machu Picchu. Entre las viviendas y el patio del cóndor se ha identificado claros restos de construcciones dedicadas a criar cuyes (Cavia porcellus).
Escalinata de las fuentes
Es un conjunto formado por una gran escalera junto a la cual corre un sistema de 16 caídas artificiales de agua, la mayoría de las cuales está cuidadosamente tallada en bloques poligonales y rodeada de canaletas labradas en la roca. El agua proviene de un manantial en las alturas del Cerro Machu Picchu que fue canalizado en tiempos incas. Un sistema adicional en lo alto de la montaña recoge filtraciones de la lluvia de la montaña y las deriva al canal principal.[70]
Zonas de las canterasEn la parte superior, inmediatamente después de ingresar por la calle principa!, se encuentran seis ambientes, comunicados mediante una escalera; construcciones rústicas, que seguramente sirvieron como vivienda de los guardianes de la puerta principal, así como a los canteros, talladores y labradores de piedra, pues la cantera está muy cerca de este agrupamiento.
En excavaciones arqueológicas realizadas se han encontrado ollas, platos, aríbalos para agua, pocilios, un moledor de piedra y tierra quemada; por éstos se deduce que se cocinaba para gran cantidad de personas y se preparaba chicha, (excavaciones de Julinho Zapara) También relacionada conesta zona se encontraron cantidad de herramientas y piedras muy duras.
Esta zona de canteras muestra diversidad de rocas talladas o semi talladas, con cortes para la construcción, entre las que destacan canales, entrantes y salientes, rocas a medio cortar y rampas para movilizar las mismas, los recintos de esta área, están directamente relacionados con los proveedores de material de construcción, para las diferentes zonas o agrupamientos de la ciudad de Machupicchu.
Recordemos, que originalmente todo el área donde se asentó la ciudad de Machupicchu, era una gran cantera, que los geólogos llaman "el caos de granito", los mismos que fueron trasformadas en poliedros líticos y transportados a obra, son de diferentes calidades, donde recibían el acabados y el tallado final el pulido se realizaría después de estar colocado en el paramento, por ejemplo en el templo de los animales.
Como detalle curioso, debo indicar que hay una piedra con hendiduras o rajaduras hechas para extraer piedras nuevas durante algunas de las restauraciones, algunos guías mal informados suelen mostrar este detalle, indicando que troncos húmedos se colocaban en la ranura y al expandirse producían la fractura, tal explicación sólo es posible en la imaginación.
Aspectos constructivosIngeniería hidráulica y de suelosUna ciudad de piedra construida en lo alto de un "istmo" entre dos montañas y entre dos fallas geológicas, en una región sometida a constantes terremotos y, sobre todo, a copiosas lluvias todo el año supone un reto para cualquier constructor: evitar que todo el complejo se desmorone. Según Alfredo Valencia y Keneth Wright el secreto de la longevidad de Machu Picchu es su sistema de drenaje.[71] En efecto el suelo de sus áreas no techadas está provisto de un sistema de drenaje que consiste en capas de grava (piedras trituradas) y rocas para evitar el empozamiento del agua de lluvias. 129 canales de drenaje[72] se extienden por toda el área urbana, diseñados para evitar salpicaduras y erosión, desembocando en su mayor parte en el "foso" que separa el área urbana de la agrícola, que era en realidad el desagüe principal de la ciudad. Se calcula que el 60% del esfuerzo constructivo de Machu Picchu estuvo en hacer las cimentaciones sobre terrazas rellenadas con cascajo para un buen drenaje de las aguas sobrantes.[73]
Orientación de las construccionesExiste sólida evidencia de que los constructores tuvieron en cuenta criterios astronómicos y rituales para la construcción de acuerdo a los estudios de Dearborn, White, Thomson y Reinhard, entre otros. En efecto, la alineación de algunos edificios importantes coincide con el azimuth solar durante los solsticios de manera constante y por ende nada casual,[74] con los puntos de orto y ocaso del sol en determinadas épocas del año y con las cumbres de las montañas circundantes.[75]
Arquitectura
Aparejo Fino. Cámara de los Ornamentos, recinto adosado al Templo Principal.Materiales
Todas las construcciones conservadas son de granito color blancuzco, compuesto en un 60% por feldespato, un 30% de cuarzo y un 10% de mica.[76] Todo el material procedía de las canteras ubicadas en los contornos del complejo inca.
La roca tiene entre 6 a 7 grados de dureza en la escala de Mohs. En tiempos incas esta fue trabajada con barretas y otras herramientas de bronce (no se usaba herramientas de hierro en el antiguo Perú) y percutores de rocas más duras. Las rocas fueron alisadas por abrasión con arena.[77]
Morfología
Casi todos los edificios son de planta rectangular. Los hay de una, dos y hasta ocho puertas, normalmente en uno solo de los lados largos del rectángulo. Existen pocas construcciones de planta curva y circulares.
Son frecuentes las construcciones llamadas huayranas. Estas tienen sólo tres muros. En estos casos en el espacio del "muro faltante" aparece a veces una columnata de piedra para sostener una viga de madera que servía de soporte al techo. También existen huayranas dobles, dos huayranas unidas por un muro medianero, a las que se llama masmas.
Las construcciones habitualmente siguen el esquema de las kanchas, es decir cuatro construcciones rectangulares dispuestas en torno a un patio central unidos por un eje de simetría transversal.[78] A este patio dan todas las puertas.
Muros
El aparejo de los muros de piedra era básicamente de dos tipos.
De piedra corriente unida con mortero de barro y otras substancias. Hay evidencias de que estas construcciones, que son mayoría en Machu Picchu, estuvieron enlucidas con una capa de arcilla y pintadas (en colores amarillo y rojo por lo menos),[79] [80] aunque la temprana desintegración de los techos las hicieron vulnerables a la permanente lluvia de la zona y por lo tanto no se han conservado.
De piedra finamente labrada en las construcciones de élite. Son bloques de granito, sin enlucido y perfectamente tallados en forma de prismas rectangulares (paralelepípedos, como los ladrillos) o poligonales. Sus caras exteriores podían ser almohadilladas, es decir protuberantes, o bien perfectamente lisas. En estos casos la unión de los bloques parece perfecta y ha hecho suponer que no tiene ningún tipo de mortero; pero de hecho sí lo tiene, es una fina capa de material aglutinante que se encuentra entre piedra y piedra aunque es invisible por fuera.[81] El esfuerzo de estas realizaciones en una sociedad sin herramientas de hierro (sólo conocían el bronce, mucho más blando) es notable.
Coberturas
No se ha conservado ninguna techumbre original, pero hay consenso en afirmar que la mayoría de las construcciones tenían techo a dos o cuatro aguas, hubo incluso un techo cónico sobre el "torreón"; y estaba formada por una armazón de troncos de aliso (Alnus acuminata)[82] amarrado y cubierto por capas de ichu (Stipa ichuun). La fragilidad de este tipo de paja y la copiosidad de las lluvias en la región hizo necesario que estas techumbres tuvieran grandes inclinaciones de hasta 63º.[83] Así la altura de los techos duplicaba muchas veces la altura del resto del edificio.
Portadas, ventanas y hornacinas
Como es clásico en la arquitectura inca la mayoría de las portadas, ventanas y hornacinas (llamadas falsas ventanas, nichos o alacenas) tienen forma trapezoidal, más ancha en la base que en el dintel. Los dinteles podían ser de madera o de piedra (a menudo de un solo gran bloque). Las portadas de los recintos más importantes eran de doble jamba y en algunos casos incluían un mecanismo de cierre interior.
Las paredes interiores de buena parte de las construcciones tienen hornacinas en forma trapezoidal, junto a las ventanas. Bloques cilíndricos o rectangulares sobresalen a menudo de los muros como grandes percheros, dispuestos en forma simétrica con las hornacinas o nichos y las ventanas, cuando las hay.
Alrededores y caminos incas
Vista de las ruinas de Machu Picchu tomada desde el Huayna Picchu.Machu Picchu, como parte integrante de una región de gran movimiento económico en tiempos de Pachacútec, estaba integrado a la red de caminos incas del Imperio. Usando estas vías se puede, hasta hoy, acceder a otros complejos incas cercanos que revisten gran interés. Al norte, por las bifurcaciones del camino de Huayna Picchu se puede llegar al llamado Templo de la Luna o a la cima de la montaña donde hay construcciones incas. Al oeste está el camino que lleva a Intipata y pasa por el famoso "puente removible". Otro camino, por el que ascendió Agustín Lizárraga, lleva hasta el río y a San Miguel.
Al sur, sin embargo, se encuentra la ruta más conocida y la principal de todas, que es la ruta de trekking más popular del Perú. El Camino Inca a Machu Picchu es un recorrido de entre 3 y 4 días que atraviesa lo que a fines del siglo XV fue la principal ruta de acceso a Machu Picchu, que empezaba en el Complejo de Llactapata y pasaba por los centros ceremoniales de Sayacmarca, Phuyupatamarca y Wiñay Wayna, para terminar en el "tambo" de Intipunku, la "garita" de ingreso a los dominios de Machu Picchu y punto final del recorrido.
MisceláneaHiram Bingham se llevó 5.000 piezas arqueológicas a la Universidad de Yale, producto de las excavaciones en Machu Picchu. Durante mucho tiempo fueron reclamadas por el gobierno peruano hasta que en el 2007 se llegó a un acuerdo. Se esperaba su devolución a finales del 2009,[84] sin embargo, esta no se dio. Recientemente la Universidad de Yale confirmó la devolución de las piezas en el 2011, al conmemorarse el centenario del redescubrimiento de Machu Picchu por Bingham.
En mayo de 2005, la antigua ciudad jordana de Petra se "hermana" con la de Machu Picchu.[85]
Gloria Estefan grabó en esta construcción inca el videoclip de su canción "Hoy" compuesta por el peruano Gian Marco.[86]
El grupo musical chileno Los Jaivas inmortaliza el poema de Pablo Neruda Alturas de Machu Picchu filmando un clip de las canciones en Machu Picchu en el año 1980.[87]
En un cómic de Superman, aparece Machu Picchu, en una escena donde Superman se encuentra reflexionando, luego se inicia una batalla, donde una de las paredes queda destruida.[88]
Es común que se divulgue entre los turistas que si se mira de costado se puede apreciar la cara de un hombre (muchas veces referido como un Inca). Sin embargo, no es creíble esta similitud que se trata de divulgar, siendo más el resultado de fotos trucadas que se venden a veces a los turistas o se publican por internet.[89]
Nueva maravilla del mundoEl día 7 de julio de 2007, Machu Picchu resultó elegida como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, una iniciativa privada de New Open World Corporation (NOWC), creada por el suizo Bernard Weber, no necesitando el aval de ninguna institución o gobierno para proseguir con sus fines electorales y permitir seleccionar las maravillas clasificadas por la votación de más de cien millones de electores.[90] [91] Esta votación fue apoyada por el gobierno de Alan García Pérez, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores y el del sector Turismo; esta difusión tuvo sus frutos en una gran participación del pueblo peruano en su conjunto y también en el ámbito internacional.[92] Al conocerse los resultados, el presidente Alan García declaró por decreto supremo, el 7 de julio como "Día del Santuario histórico de Machu Picchu", para recordar la importancia del santuario para el mundo, reconocer la participación del pueblo peruano en la votación y promover el turismo.[93]


Las "Nuevas siete maravillas del mundo moderno" se eligieron por votación popular bajo criterios estéticos, económicos, turísticos y recreativos más que por su importancia histórica o su mérito artístico, por lo que no cuentan con el respaldo de instituciones como UNESCO.[94] No obstante, la distinción cuenta con gran eco, lo que deriva en un importante reclamo suplementario para la captación de turismo. De hecho, Machu Picchu constituye hoy en día el principal destino turístico del Perú con 600,000 visitantes/año (según MINCETUR) y uno de los más deseados por los viajeros de todo el mundo.